Sin
embargo, en 1929 la BBC aseguró un servicio regular de transmisión de imágenes
con cierto desgano, debido a que no veía en el nuevo invento alguna utilidad práctica. Pese a ello, las transmisiones oficiales
se iniciaron el 30 de septiembre de 1929.
Televisión
en Blanco y Negro
Experimentalmente,
hay televisión a colores desde los años 20. En los 50, la lucha de diversos
sistemas incompatibles obligó a establecer normas técnicas muy difíciles de
cumplir que retardaron la extensión de esta maravillosa tecnología hasta poco
antes de comenzar la década de los 70. Pero en Venezuela, país en el que
grandes avances como la electricidad, el teléfono, la radio y la televisión a
colores fueron retardada por las autoridades al punto que, a fines de los 70,
nuestras televisores se veían obligadas a hacer fuentes inversiones para
"descolorizar" sus transmisiones, pues tanto los equipos electrónicos
como los programas se hacían en versión policromática en casi todas partes del
mundo, mientras que en Venezuela la televisión a colores aún no estaba
legalmente permitida, por la indecisión sobre el sistema a escoger.
Por esta
razón, la etapa de la televisión venezolana en blanco y negro se prolongó algo
más que en la mayoría de los países, incluyendo casi todas las naciones
latinoamericanas. Hasta Cuba, por disposición del gobierno de Fidel Castro, a
pesar del bloqueo norteamericano y la insuficiente ayuda soviética, tuvo
televisión a colores antes que Venezuela.
En 1961,
Un programa especial, transmitido por Radio Caracas Televisión en combinación
con Radio Caracas, realizó la primera experiencia de sonido estereofónico en
televisión. Pero eso era apenas el atisbo de una gran revolución que habría de
modificar profundamente los conceptos y prácticas de la producción de
televisión: el videotape. En Venezuela esta tecnología fue traída por la
televisora Nacional a fines de 1960. En 196, Radio Caracas Televisión hizo una
fuerte inversión para instalar un moderno Departamento de Grabación en
Videotape, el cual comenzó a funcionar poco antes de cumplir la planta, 8 años
de su inauguración.
Televisión a Color
La
televisión en color entró en funcionamiento en Estados Unidos y otros países en
la década de 1950. En México, las primeras transmisiones en color se efectuaron
en 1967 y en la década siguiente en España. Más del 90% de los hogares en los
países desarrollados disponen actualmente de televisión en color.
La
televisión en color se consigue transmitiendo, además de la señal de brillo, o
luminancia, necesaria para reproducir la imagen en blanco y negro, otra que
recibe el nombre de señal de crominancia, encargada de transportar la
información de color. Mientras que la señal de luminancia indica el brillo de
los diferentes elementos de la imagen, la de crominancia especifica la
tonalidad y saturación de esos mismos elementos. Ambas señales se obtienen
mediante las correspondientes combinaciones de tres señales de vídeo, generadas
por la cámara de televisión en color, y cada una corresponde a las variaciones
de intensidad en la imagen vistas por separado a través de un filtro rojo,
verde y azul. Las señales compuestas de luminancia y crominancia se transmiten
de la misma forma que la primera en la televisión monocroma. Una vez en el
receptor, las tres señales vídeo de color se obtienen a partir de las señales
de luminancia y crominancia y dan lugar a los componentes rojo, azul y verde de
la imagen, que vistos superpuestos reproducen la escena original en color. El
sistema funciona de la siguiente manera.
La imagen
de color pasa a través de la lente de la cámara e incide sobre un espejo
dicroico refleja un color y deja pasar todos los demás. El espejo refleja la
luz roja y deja pasar la azul y la verde. Un segundo espejo dicroico refleja la
luz azul y permite el paso de la verde. Las tres imágenes resultantes, una
roja, otra azul y otra verde, se enfocan en la lente de tres tubos tomavistas
(orticones de imagen o plumbicones). Delante de cada tubo hay unos filtros de
color para asegurar que la respuesta en color de cada canal de la cámara
coincide con los colores primarios (rojo, azul y verde) a reproducir. El haz de
electrones en cada tubo barre el esquema de imagen y produce una señal de color
primario. Las muestras de estas tres señales de color pasan a un sumador
electrónico que las combina para producir la señal de brillo, o blanco y negro.
Las muestras de señal también entran en otra unidad que las codifica y las
combina para generar una señal con la información de tonalidad y saturación. La
señal de color se mezcla con la de brillo a fin de formar la señal completa de
color que sale al aire.
El
receptor de televisión en color lleva un tubo de imágenes tricolor con tres
cañones de electrones, uno para cada color primario, que exploran y activan los
puntos fosforescentes en la pantalla del televisor. Estos puntos minúsculos,
que pueden sobrepasar el millón, están ordenados en grupos de tres, uno rojo,
otro verde y otro azul. Entre los cañones de electrones y la pantalla hay una
máscara con diminutas perforaciones dispuestas de forma que el haz de
electrones de cada cañón sólo pueda incidir sobre su correspondiente punto
fosforescente. El haz que pinta la información roja sólo chocará con las
fosforescencias rojas, y lo mismo para los otros colores.
Cuando
la señal de color entrante llega a un televisor de color, pasa por un separador
que aísla el color del brillo. A continuación se descodifica la información de
color. Al volverse a combinar con la información del brillo, se producen
diferentes señales de color primario que se aplican al tubo tricolor,
recreándose la imagen captada por la cámara de color. Si la señal de color
llega a un televisor en blanco y negro, los circuitos del receptor ignoran los
datos relativos a tonalidad y saturación y sólo tienen en cuenta la señal de
brillo.
La
estructura
Es el
elemento más importante del guión, es la fuerza que lo mantiene todo unido, es
el esqueleto. La columna vertebral, la base. Sin estructura no hay historia, y
sin historia no hay guión. Tiene que estar tan integrada con la historia, tan
estrechamente relacionada con ella que no sea posible verla. Un guión sin
estructura no tiene línea argumental. Si no hay una línea bien definida de
acción dramática, solo una situación, se tiene dos líneas paralelas que nunca
se encuentran. Un buen guión siempre tiene una sólida línea de acción dramática,
va a hacia un lugar, avanza paso a paso hacia la resolución. La estructura es
una herramienta que le permite moldear y dar forma al guión con un máximo de
valor dramático. La estructura lo mantiene todo unido, toda la acción, los
personajes, la trama, los incidentes, episodios y acontecimientos que
constituye el guión. La estructura es la relación entre las partes y el todo.
El escritor cuando hace un guión es componer un todo a partir de estas partes,
una forma y figura bien delimitadas, con su principio, medio y final. Un guión
es una historia contada en imágenes, diálogos y descripciones, dentro del
contexto de la estructura dramática. La novela trata por lo general de la vida
interior y personal de alguien, se desarrolla generalmente en el interior de la
mente del personaje. La obra de teatro se narra a través del dialogo, por medio
de las palabras sobre el escenario, la acción se desarrolla en el lenguaje de
la acción dramática. En el cine se ha desarrollado un lenguaje visual y tenemos
que aprender a leer estas imágenes.
Influencia
de la Televisión en la Familia
Se ha
responsabilizado en muchas ocasiones a la televisión de ser la causante directa
de la falta de comunicación entre los miembros de la familia. Sin embargo, como
señala Leoncio Barrios, no hay referencias de investigaciones que demuestren
que los miembros de la familia se comunicaban más entre sí antes de 1950 que en
la actualidad, ni que la vida comunal era más participativa sin la televisión.
Lo que sí es cierto es que la televisión aparece en momentos en que comienza a
sedimentarse un intenso proceso urbano, iniciado pocos años antes, y que
implicó cambios drásticos en la forma de vida, tanto al nivel de la familia
como de la comunidad, y entre los cuales aparece la forma de comunicarse.
La vida de
la familia, en la mayoría de los países, se ha visto afectada en su estructura
y dinámica por estos cambios producto de la urbanización. Los miembros de la
familia urbana tienen menos tiempo para compartir entre ellos, debido a la
concurrencia de factores extrafamiliares, como son: La diversidad de horarios
de sus miembros, las distancias desde el hogar a los sitios de trabajo y
estudio, las dificultades de tránsito, las múltiples ofertas para satisfacer
sus necesidades de recreación, entre muchos otros.
Si a esto
se agrega la restricción del espacio, las dificultades económicas y, en
general, la gran cantidad de demandas y tensiones a las que tienen que
enfrentarse los habitantes de las grandes urbes, se encuentran razones más
poderosas y complejas que la presencia de la televisión para explicar el por
qué de la "pérdida" de la comunicación en la familia moderna.
¿Qué vamos
a ver?
La toma de
decisiones con respecto a la televisión se expresa a través de lo que se ha
llamado "ritual de los episodios de la televisión". El conocimiento
de este ritual permite comprender cómo se da esa dinámica en cada familia, ya
que algunos miembros tienden a prender la televisión más que otros y pueden
considerarse como los iniciadores, en contraste con los no iniciadores. De esta
manera, el miembro de la familia identificado como el iniciador, suele ser
también el líder en otras áreas.
Con
relación a lo que vamos a ver, pareciera una decisión fácil, pero en realidad
son complicadas formas de comunicación interpersonal que comprenden relaciones
del estatus interfamiliar, el contexto temporal, el número de aparatos
disponibles y normas acordadas. La familia, como cualquier otro sistema,
funciona de acuerdo a ciertas normas que garantizan su funcionamiento y sirven
para establecer límites. La exposición a la televisión se hace bajo ciertas
pautas que rigen su funcionamiento y al mismo tiempo permite que la familia
ejerza control sobre sus miembros.
Es posible
trazar un continuo en relación con las normas, que va desde la familia
"laissez-faire" a la familia "autoritaria". El primer tipo
se caracteriza por normas muy flexibles o la ausencia de ellas, permitiendo que
cualquier miembro de la familia haga uso de la televisión indiscriminadamente.
En el otro polo se ubican familias con normas que deben ser respetadas
estrictamente.
Familia y
comunicación
La
comunicación en la familia puede enriquecerse o empobrecerse a través de la
exposición de la televisión, dependiendo del estilo de vida de la familia y las
circunstancias. En algunos hogares la televisión permanece prendida tanto
tiempo como pasa la familia en actividad, pero la comunicación de la familia no
parece verse alterada por este hecho.
Por el
contrario, en algunas circunstancias lo que hace es incrementarla, algunos
programas de interés para el grupo propician la invitación a que otros miembros
de la casa se acerquen y comenten sobre lo sucedido en episodios o capítulos
anteriores, o sobre lo que esté ocurriendo en la pantalla en ese momento. Por lo
general, las mujeres y los niños hacen del ver televisión una oportunidad para
comunicarse, mientras que los hombres son más silenciosos.
La
existencia de un solo televisor en el hogar, contribuye a que el ver televisión
sea una actividad compartida, lo cual promueve, además de oportunidades de
conversación, el contacto físico entre los miembros de la familia. Cuando una
familia decide colocar un televisor en cada una de las habitaciones de sus
miembros, implícitamente está pautando el aislamiento entre ellos y cuando uno
cierra la puerta o usa audífonos está indicando, sin hablar, que no quiere
comunicarse con los demás.
En
ocasiones, el ver televisión produce un contacto físico que no se observa en
otros momentos. Pero, así como la televisión puede generar comunicación de
cualquier tipo entre los miembros de la familia, puede interrumpirla. El ver
televisión puede ser una excusa para hablar sobre temas particulares, evitando
comunicaciones más profundas o regulando las conversaciones en la familia.
Efectos de
La Televisión y la Vida Social
2.
Produce un aumento en el numero de horas de permanencia en el
hogar. La televisión reúne físicamente a la familia en mayor cantidad de tiempo
que antes de poseerla. Pero esta unión es solo física, pues disminuyen las actividades
que la familia realizaba anteriormente en forma colectiva: lectura de cuentos,
conversaciones etc.
3.
Ha aumentado el numero de visitas a los hogares que poseen
receptor, y disminuido las visitas por parte de los dueños de receptores. Los
niños muestran disminución de actividades sociales, pero están desaparecen en
la adolescencia.
Televisión
y aprendizaje
Se ha
demostrado que "la gente aprende por la televisión" y ésta puede
afectar diferentes áreas del televidente: Cognitiva, emocional o conductual.
Los psicólogos Bandura y Walters, a finales de la década de los setenta,
investigaron los efectos de la exposición a conductas violentas.
Sus
resultados expresan que los niños participantes en sus experimentos tienden a
repetir la conducta de los modelos, pocos minutos después de haberla observado.
Este hecho se ha convertido en una poderosa evidencia acerca de los riesgos de
la exposición a determinados contenidos de la televisión, particularmente
aquellos que responden a conductas antisociales. Sin embargo, desde la década
de los ochenta, algunos investigadores se han dedicado a explorar el potencial
de la televisión cuando presenta actos pro sociales, bajo el supuesto de que si
es posible aprender "lo malo", también es posible aprender "lo
bueno". Se ha estudiado la influencia de conductas cooperativas
televisadas en niños de edad escolar, encontrándose que aquellos que observaron
conductas altruistas imitaron esas conductas, asimismo se nota, con respecto al
aprendizaje de conductas no agresivas, que al observar a los modelos
"pacíficos", los niños aprenden a autocontrolarse.
De manera
que los problemas de la comunicación familiar suelen ser causados por múltiples
factores, tanto intra como extrafamiliares. En todo caso, cuando la televisión
se convierte en un recurso frecuente para evitar o interrumpir la comunicación
en la familia, esto debe interpretarse como un síntoma de desequilibrio en el
sistema familiar como un todo y no como una conducta aislada. Pero la
televisión también es una oportunidad para el encuentro familiar, el ver
televisión es un hábito conveniente cuando se realiza en grupo.
Efectos de
la Televisión sobre la Escolaridad
La
televisión constituye un elemento importante para mostrar nuevas perspectivas
de tipo social, cultural y científico a los niños. En algunas investigaciones
se han encontrado influencias positivas en este sentido. El problema está en lo
relativo a lo contenidos presentados por la mayoría de las emisoras, donde el
material de este tipo es escaso y pobre.
La
televisión es un medio que pone en contacto al niño con problema personales o
sociales, les muestra países, regiones, etc., que de otro forma no conocerían.
En este caso puede ser utilizada como medio de aprendizaje con fines escolares.
Familia y
Televisión
La educación
es un proceso fundamental en la vida social por ser el que define la forma en
que los individuos se relacionan con los grupos en los que vive. Este es un
proceso que comienza en el momento en que se nace y finaliza al morir. Sin
embargo, cuando comúnmente se habla de educación, el concepto suele limitarse a
ciertos sitios, condiciones y relaciones específicas, como aquellas que definen
a la escuela, los sermones religiosos o las relaciones padres-hijos.
La
educación ha sido considerada como función básica de la familia, en ella se
aprenden aspectos básicos para el desenvolvimiento en la vida como son los
hábitos higiénicos, la expresión de sentimientos, los valores en los que se
fundamenta el ser social, el comportamiento según el sexo y la edad, los diferentes
roles que haya que cumplir socialmente y una amplia variedad de habilidades y
conocimientos.
La
educación dentro de la familia se produce a través de diferentes áreas,
recursos y en múltiples direcciones en cuanto a las áreas se encuentra la toma
de decisiones, forma de comunicarse, organización etc., cuando se tratan de
recursos es el de los mensajes, tiene que ver con la transmisión de ordenes y
consejos acerca de qué hacer o como ser.
Gran parte
de esos procesos se dan por modelaje de conductas o el aprendizaje por
imitación. Según esta teoría en la medida que un miembro de la familia actúa
sirve de modelo a los otros y su conducta puede ser imitada, de acuerdo a las
consecuencias que esa conducta haya tenido. En cuanto a la direccionalidad del
proceso de educación en familia se puede considerar como una interacción
interpersonal en dos vías (o una interacción entre varias partes), más bien que
las influencias de un individuo sobre el otro.
A todo
este proceso de educación es necesario agregar las influencias educativas que
los miembros de la familia reciben de otras instituciones. Esto se refiere a la
cantidad de influencias externas que la familia incorpora y a la necesidad que
esta institución tiene de implementar diversos mecanismos que le permitan
cumplir un rol significante al reforzar, criticar, consolidar y perfeccionar el
conocimiento adquirido (por sus miembros) a través de otras instituciones.
Una de las
influencias que la familia moderna recibe cotidianamente proviene de la
televisión. Esta institución tiene la peculiaridad de ser externa y estar
dentro del hogar por lo cual se considera que es una importante agenda
educativa en el contexto familiar, pero asimismo, a la televisión se le han
atribuido otros poderes como el de consumir una extraordinaria cantidad de
tiempo de la vida familiar, su capacidad de persuasión y de transmisión de
mensajes negativos.
Evidentemente
la televisión es causante de daños que van desde el daño de la vista hasta la
deformación de la mente de los televidentes, debido al alto contenido de sexo y
violencia en sus mensajes. La televisión actúa como incitadora al consumismo
irracional, la ruptura de la comunicación en familia entre otras consecuencias
negativas. El impacto de la televisión en la audiencia sostiene que dicho medio
ha causado más daños que beneficios a la humanidad.
El
aprendizaje con respecto al uso de la televisión se produce en el contexto de
la familia, se realiza a través de las normas que pudieran operar sobre este
uso o, a través del modelaje que algunos miembros de la familia hagan de él. Al
considerar el significado y control de la televisión se deja ver que a través
de las normas se dan pautas de conducta a los miembros de la familia acerca de
cuándo, cómo y para qué usar la televisión, por ejemplo: apagar la televisión
cuando se va a hacer la tarea, no encender la televisión cuando hay visita,
etc. La mayoría de esas pautas se aprenden sin que los aprendices se den cuenta
de ello.
En
relación a la televisión y familia se asegura que con el aparato encendido se
disminuye la cantidad y calidad de la comunicación familiar. Esto fomenta el
aislamiento y la soledad y lo que es la familia, que es una comunidad de amor,
se transforma en una comunidad de egoísmo.
El acto
televisivo coarta la interacción entre miembros de la familia, cada cual se va
a su cuarto con su televisor, el círculo familiar ya no es el círculo familiar,
sino semi círculo, porque todo el mundo está alrededor de la televisión. Hay
que reconocer que este masivo medio de comunicación entretiene, informa,
acompaña, enriquece vocabulario aunque sólo relativamente. También es la nueva
niñera que resuelve la incapacidad de los niños de estar quietos.
La clave
no está en el aparato, sino en la actitud que adoptamos ante ella, además hay
que limitar el tiempo frente al televisor, seleccionar programas, interpretar
contenidos, convertir programas en fuente de comunicación y diálogo.
La
Televisión y sus Efectos
Haciendo
un poco de historia a este respecto, encontramos que para el año 1969, la
preocupación por los efectos de la televisión fue tal, que el interés llegó
hasta el senado norteamericano donde se solicitó al Secretario de Sanidad,
Educación y Bienestar, que iniciara una encuesta para determinar el impacto de
la violencia de la televisión sobre la conducta, formando un grupo de doce
especialistas científicos para tal fin. Simultáneamente se designó a otro de
especialistas para coordinar el programa de investigación. Los resultados de
esta investigación dieron un informe final titulado "La Televisión y el
desarrollo del niño: el impacto de la violencia en la televisión". Dentro
de los resultados más destacados encontramos "que de 94 programas
analizados de dibujos animados para niños, todos excepto dos en 1967, uno en
1968 y uno en 1969 contenían por lo menos tres veces más episodios de violencia
que los programas destinados para adultos "52 (UNESCO; 1983:24). Una hora
típica de dibujos animados contenía seis veces más episodios de violencia que
una hora de programas de adultos.
Para el
año 1961 se demostró que los niños, especialmente entre los tres y cinco años
de edad, muestran gran cantidad de aprendizajes sobre la base de la observación
directa de la conducta de un modelo adulto, y también se enfatizan dos procesos
en la explicación del por qué la violencia en películas y en televisión
frecuentemente producen un incremento en las respuestas agresivas de los
miembros de la audiencia. Estos procesos son aprendizaje por imitación y
efectos inhibitorios y desinhibitorios.
Es decir que
a través de la observación de acciones de terceros el que observa puede
adquirir nuevas respuestas que previamente no tenía incluidas en su repertorio
conductual, o inhibir otras conductas. Después de la aplicación de diversos
experimentos se llegó a la conclusión de que la observación de violencia
fortalece las tendencias agresivas de los niños; que los modelos televisados
son importantes fuentes de conducta social y no pueden continuar siendo
ignoradas como una influencia en el desarrollo de la personalidad.
La
televisión tiene unos riesgos que es necesario conocer. Ello coloca a los niños
en circunstancias potencialmente adversas; sobre todo teniendo en cuenta que la
televisión dispone de técnicas excelentes para motivar y que las imágenes e
ideas sembradas, regadas y abonadas en el campo mental, producirán una
inexorable cosecha que debe ser convenientemente evaluada. Se concretan algunos
de los efectos negativos de la televisión sobre los niños en edad preescolar.
Sobrecarga
sensorial excesiva. El ritmo de la televisión es tan rápido que al niño le da
tiempo más que a similar unas pocas imágenes. El sistema nervioso está sobre
excitado y sobre estimulado y así la mayoría de las imágenes pasan directamente
al subconsciente sin ser procesadas.
Exposición
prematura al mundo adulto. Uno de los graves peligros de una televisión sin
control de los padres, lo constituye la violación de la inocencia de la
infancia. El niño debe ir descubriendo el mundo adulto paulatinamente a medida
que su desarrollo psíquico se lo permita. La exposición indiscriminada de
problemas de la vida adulta, como la corrupción, la violencia, el sadismo o la
homosexualidad, altera su mundo de los valores. ¿Cómo puede observarlos si no
tiene la capacidad crítica suficiente para juzgarlos?.
Soluciones
falsas a los problemas humanos. Numerosos problemas se resuelven ante las
cámaras a través de la belleza, el sexo y la seducción, especialmente para las
mujeres. En otros la solución más rápida consiste en el uso de la fuerza, e
incluso la utilización de poderes mágicos, como el Superman o en los dibujos
animados, donde los protagonistas se caen desde pisos elevados y no les pasa
nada. La televisión interfiere con la alimentación y el sueño del niño. La
prefieren antes que la práctica de un deporte y de los trabajos escolares.
Limita las relaciones familiares, reduce la comunicación y los niños pueden
desarrollar valores que no coinciden con los de la familia. Puede inducir al
niño a imitar conductas y lenguajes deformados, no acorde a sus edades. Sin
embargo, no todos los efectos que la televisión ejerce sobre los niños son
malos. Dependiendo del programa que el niño vea, puede motivarlo a investigar
sobre determinado tema, puede estimular su imaginación, sus destrezas, su
audición y su memoria. Los posibles efectos de la televisión sobre la
teleaudiencia, pueden ser analizados desde muchos puntos de vista, uno de ellos
es en que sociedad se producen, ya que están estrechamente vinculadas con las
características de la sociedad en lo político, económico, social, religiosos.
Las causas
de la violencia pueden estar originadas en condiciones extrínsecas o
intrínsecas al individuo; encontrando por ejemplo que la televisión y su
programación pueden ser también su aporte.